La Salud Infantil en Costa Rica: Retos y Avances

Costa Rica, reconocida por su compromiso con el bienestar social, enfrenta desafíos y avances significativos en el ámbito de la salud infantil. En la última década, el país ha hecho esfuerzos notables para mejorar las condiciones de salud de sus niños y niñas, aunque persisten áreas de preocupación.

Avances en la Salud Infantil:

1. Cobertura Universal de Salud: Costa Rica cuenta con un sistema de salud universal que cubre a la mayoría de la población infantil, asegurando acceso a servicios médicos básicos y especializados.
2. Vacunación: El país ha logrado altas tasas de vacunación infantil, protegiendo a los niños contra enfermedades prevenibles como el sarampión, la poliomielitis y la hepatitis.
3. Reducción de la Mortalidad Infantil: Ha habido una notable disminución en la tasa de mortalidad infantil en los últimos años, reflejando mejoras en la atención prenatal, neonatal y pediátrica.
4. Nutrición: Se han implementado programas de alimentación escolar y de promoción de la lactancia materna, mejorando los índices de nutrición infantil.

Desafíos Pendientes:

1. Obesidad Infantil: A pesar de los avances en nutrición, la prevalencia de obesidad infantil está en aumento, reflejando cambios en los hábitos alimenticios y el estilo de vida.
2. Acceso Equitativo: Existen disparidades en el acceso a servicios de salud entre zonas urbanas y rurales, así como entre diferentes grupos socioeconómicos.
3. Salud Mental Infantil: La atención a la salud mental infantil sigue siendo limitada y subfinanciada, con una necesidad creciente de recursos y capacitación para profesionales.
4. Violencia y Maltrato: Aunque se han implementado políticas para prevenir la violencia infantil, sigue siendo un problema preocupante que afecta el desarrollo integral de muchos niños.

Conclusiones:

Costa Rica ha logrado avances significativos en la salud infantil, reflejados en indicadores como la mortalidad infantil y la cobertura de vacunación. Sin embargo, persisten desafíos que requieren atención continua, como la obesidad, la equidad en el acceso a servicios y la salud mental infantil. Un enfoque integral y sostenido es crucial para garantizar que todos los niños y niñas del país puedan alcanzar su máximo potencial de salud y bienestar.